martes, 28 de febrero de 2012

Encuesta de Percepción sobre la Calidad de Vida en Cuenca-Ecuador 2011


La realización de la Encuesta de Percepción sobre la Calidad de Vida en Cuenca-Ecuador 2011 tiene como punto de partida dos planteamientos que orientan el proceso. Por un lado, mantener un hilo conductor con las encuestas de percepciones realizadas en otras ciudades del continente; y por otro, particularizar la misma enmarcándola en el Buen Vivir, como sustento de la Constitución del Ecuador del año 2008, las necesidades axiológicas y existenciales planteadas por Manfred Max Neef, y las competencias de los gobiernos municipales en tanto autoridades vinculadas a la gestión de las ciudades en el Ecuador.

La encuesta asimismo se desarrolla en el marco de las relaciones de cooperación establecidas en el grupo impulsor de la iniciativa “Cuenca, Ciudad para vivir” y bajo la responsabilidad compartida de la Facultad de Economía de la Universidad de Cuenca, Advance y Sendas.

La encuesta define como unidad de muestreo los hogares, operativamente éstos se identifican con las viviendas; en esta perspectiva, se trabaja con el hogar, como unidad primaria de muestreo. Para la recopilación de la información se escoge dentro del hogar una persona como informante calificado, ésta deberá tener 16 años y más, estar habilitada para votar y por tanto ejercer su derecho de ciudadanía de elegir a sus gobernantes.

La encuesta incluye datos de identificación de las personas informantes y 31 macro variables, cada una con un número diverso de opciones. La boleta fue validada en las mismas zonas en que la encuesta se levantó y su procesamiento fue en el paquete estadístico SPSS.

La encuesta incluye 32 ejes temáticos sobre la vida de la ciudad, los mismos fueron definidos teniendo como referencia el proceso de ciudades en marcha pero también la realidad nacional en tanto se precisaron variables para articular los temas que el nuevo marco político del buen vivir y las necesidades axiológicas y existenciales de Max Neff plantean. Las respuestas tienen diferente forma de valoración, en su mayoría contemplan una escala del 1 al 5, en donde 1 es muy malo o muy insatisfecho; 2 malo o insatisfecho, 3 regular o medianamente satisfecho, 4 bueno o satisfecho y 5 muy bueno o muy satisfecho.

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domingo, 26 de febrero de 2012

Una aproximación conceptual en torno a la ciudad

Existen varias formas de concebir una ciudad y lo que ésta  significa para la vida de quienes la habitan. 
Quizás la más común y corriente es aquella que la entiende como un espacio urbano y arquitectónico que sirve de sostén a una población, a partir de una determinada organización territorial y de un patrimonio construido a lo largo de la historia. 

Sin desconocer la importancia que tienen estos aspectos, se tornan restrictivos a la hora de descubrir, rescatar y valorar el entretejido de las relaciones humanas, como aquellos pespuntes con los que se van hilvanando las crónicas y las historias de cada quien, en el cada día y a lo largo de la historia.
Hoy tienen curso concepciones y prácticas que quieren superar las visiones restrictivas de la vida en las ciudades. Las entienden más bien como espacios de transacciones múltiples, como proyectos humanos en permanente construcción y transformación, como conjuntos vivos de memorias y deseos, de lenguajes múltiples, de palabras, de recuerdos y de promesas. Bien decía Ítalo Calvino que “las ciudades son un conjunto de muchas cosas: memorias, deseos, signos de un lenguaje; son lugares de trueque, pero estos trueques no lo son solo de mercancías, son también trueques de palabras, de deseos, de recuerdos.” En esta misma línea de pensamiento, el filósofo colombiano Bernardo Toro, sostiene que la ciudad debe ser entendida “como un norte ético; la ciudad es un bien público que debe convenir a todos para su dignidad, lo cual implica pensarla, transformarla y dirigirla como un espacio para hacer posibles los Derechos Humanos.”

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